Estudiantes de Ilque visitaron Monte Verde para valorar riqueza natural y arqueológica en Puerto Montt

Trabajo coordinado entre unidades municipales y la comunidad local busca generar consciencia entre los menores para cuidar y valorar el espacio natural y la historia.

Conocer uno de los sitios que buscan explicar la presencia del hombre en América, destacando su importancia para la ciencia, es lo que realizaron alumnos de la Escuela Rural de Ilque al visitar el sitio arqueológico de Monte Verde.

Lo anterior fue gracias a la coordinación de la Dirección de Turismo y del Departamento de Educación Municipal (Daem) de Puerto Montt.

Catalina Godoy, encargada del Departamento de Fomento Turístico, valoró la visita en la medida en que permite avanzar en distintos objetivos. “Es muy importante poner en valor el patrimonio natural y cultural de nuestra comuna y educar a los niños en todo lo que tiene que ver con los atractivos turísticos de la zona”, manifestó.

Por su parte, Pablo Fábrega, profesor e historiador de la Oficina de Educación Patrimonial de la Unidad de Desarrollo Estudiantil del Daem, agradeció la oportunidad de poner en valor el sitio arqueológico Monte Verde. “De esta manera nos acercamos a difundir, divulgar y valorar, algo que es nuestro y que es poco conocido. El sitio arqueológico Monte Verde es el más importante de América”, destacó.

MONTE VERDE

En Monte Verde, ubicado a 28 kilómetros al suroeste de Puerto Montt, se hallaron objetos a los que se les estima -de acuerdo a nuevos estudios- una antigüedad superior a los 18 mil años, creando así un nuevo paradigma sobre el poblamiento del Continente Americano, tras su descubrimiento en 1977.

Ese año, el arqueólogo y antropólogo estadounidense Tom Dillehay, junto a un equipo científico de la Universidad Austral de Chile, excavaron en el sitio. El yacimiento cuenta con tres zonas: Monteverde I, Monteverde II y Chinchihuapi, un antiguo arroyo que atraviesa gran parte del sector.

Los hallazgos en Monte Verde, según el grupo de científicos, dieron con huellas del Pleistoceno tardío al encontrarse objetos de caza, elementos arquitectónicos, trozos de carne y cuero animal, plantas medicinales y exóticas, papas silvestres, algas, huesos de animales, cordeles, varios fogones, hoyos, braseros y hasta una pisada humana.