Volviendo a conectar: la magia de regalar juguetes tradicionales y celebrar en familia
Jessica Castillo
Académica Carrera de Educación Parvularia
Universidad de Las Américas Sede Concepción.
Al transitar nuevamente hacia el término de año, dentro de un mundo cada vez más inmerso en la tecnología, es importante recordar lo esencial de la niñez y de las relaciones parentales y humanas. Cabe entonces reflexionar, ante las festividades que se aproximan, qué tipo de regalos significativos y respetuosos con la infancia se pueden hacer a nuestros niños.
Alejarse de regalos tecnológicos significa proporcionar un descanso necesario del constante bombardeo digital, ya que sabemos que la sobreexposición a dispositivos electrónicos puede afectar negativamente la salud mental de las personas, incluyendo a los infantes. Como contraparte, un juguete tradicional ofrece un camino diferente hacia un mundo donde se accede con imaginación y se participa del juego genuino.
Niños y niñas necesitan de experiencias táctiles, físicas y emocionalmente saludables para crecer y desarrollarse de forma integral. Frente a esto, regalos tradicionales tan sencillos y divertidos como pelotas o hula hoop, fomentan la actividad física, ayudan a desarrollar habilidades motoras promoviendo la coordinación ojo-mano y contribuyen a la construcción de una base sólida para un desarrollo beneficioso y a la adquisición de habilidades sociales y emocionales, porque cuando en grupo se comparte uno de estos juguetes, se está aprendiendo a trabajar en equipo, a respetar las reglas y a desarrollar empatía.
Ante esta esta necesidad real y revisando distintas opciones, aparecen ideas cuya elección depende de los intereses y afinidades de cada niño, por ejemplo, un set completo de arte que considere pigmentos, pinceles y pequeñas telas; un kit de ciencias para experimentos sencillos en casa, bloques de construcción de diferentes tamaños y materiales o juegos de mesa para momentos en familia, entre varias otras posibilidades. También se puede considerar hacer regalos hechos por cada miembro de la familia, llevando a valorar el sentimiento contenido en aquel gesto.
Regalar juguetes tradicionales y retornar a la simpleza de estar en familia es entregar experiencias placenteras y nutritivas que contribuyen al desarrollo de las habilidades que acompañarán a lo largo de la vida. De esta forma, la reflexión invita a considerar regalos sencillos, en sintonía con las potencialidades de cada niño, sin señal anclada al wifi o enchufes que impliquen apagar las sensaciones, la emoción, el cuerpo, las relaciones y el conocimiento del mundo.